martes, 12 de febrero de 2013

TRIADA DE MICERINOS (2a parte)



    
      RELIGIÓN: 

   Esta obra pertenece a la religión politeísta, que era típica de Egipto y es una escultura religiosa y funeraria. A través de esta religión los Dioses eran divinizados así como el faraón también era considerados como Dios y el culto se hacía a través de los sacerdotes en los templos. Los egipcios en las esculturas religiosas y funerarias no se mostraban tal como eran, ya que creían en la vida de ultratumba, es decir, se mostraban más jóvenes y con una jerarquización social, para que destacase quien es el que tiene más poder.

     SIMBOLOGÍA:

   En la obra vemos que aparecen los cuernos, el rayo de sol, que son símbolos representativos de la familia imperial. La obra en sí representa a la familia imperial formada por el faraón Micerino junto a su esposa y a la diosa Hathor, que es la madre divina, la que da luz al Sol y crea la vida, diosa del amor y del cielo, que protege al faraón. Por lo tanto, la simbología de esta obra es la divinización de la familia imperial, que muestra su máximo poder político, militar y religioso.


    CRONOLOGÍA:

  Imperio Antiguo (2.532-2.504 A.C.), perteneciente a la IV dinastía y al reinado del faraón Micerino o Mykerinos (1532-1504).

    
    ESTILO:  Arte Egipcio.


    DESCRIPCIÓN DE LA OBRA:

  En esta obra aparece idealizado el faraón Micerino junto a su esposa portando su emblema y la diosa Hathor con cuernos y el disco solar sobre su cabeza. Micerino aparece con los brazos al lado del cuerpo, los puños cerrados, el cuerpo tiene mucha tensión, pero el rostro expresa relajación, podemos ver también que la imagen del rey es muy juvenil y tiene mucha fortaleza, la barba postiza y la Corona Blanca. El eje central esta ocupado por la máxima autoridad, que es el faraón y en cada uno de sus lados aparecen las dos mujeres.

  Esta escultura es de alto relieve y se ha realizado en piedra granítica (pizarra) y mide aproximadamente un metro de altura. Las figuras tienen como elemento sustentante y unificador una amplia pilastra dorsal, de visión frontal. El faraón es representado de mayor tamaño que las otras dos figuras, para resaltar su poderío, se han usado los elementos geométricos y tiene poco movimiento. Se nota también la presencia del hieratismo y la ley de la frontalidad típica del arte egipcio.  


   JUSTIFICACIÓN DE LA ELECCIÓN DE LA OBRA:


  He elegido esta obra porque es considerada uno de los conjuntos escultóricos más significativos e importantes de la dinastía IV y del periodo menfita. También porque es una escultura de una gran perfección, se combina el realismo y el idealismo en algunas cosas obteniendo un buen resultado y porque es una obra con un gran significado religioso para los egipcios.


    










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